Intercambian los cuatro primeros sets -todos de altísima calidad- para llegar a un definitivo quinto set, en el que Federer supera al estadounidense por 7-5. En la ronda siguiente es derrotado en cuatro sets por Tim Henman, pero su estrella brillaba aún más. La temporada bajo techo fue también muy débil y Federer logra un récord de 2-4, mal, aparte de otra aparición en finales en Basilea, donde perdió contra Henman en sets seguidos.