Este bicampeonato logrado con Boca, no solo enriqueció su palmarés personal, sino que lo depositó directamente en su primer gran desafío internacional, la Copa Libertadores 2000, instancia a la que Boca retornaba después de seis años. Al año siguiente Boca volvió a mostrar un equipo sólido a pesar de algunos cambios en la alineación, ya sea por lesiones o por ventas de jugadores. Esta victoria le supuso encabezar por vez primera la Clasificación FIFA, siendo el sexto equipo que lograba liderar dicho ranking y el primero que lo conseguía sin haber ganado ningún Mundial hasta la fecha.