Laporta y Guardiola negaran que fuera así. Ya en julio, después de la repercusión por su desempeño en Escocia, el entrenador había dicho «No quiero que Messi lo resuelva todo. A Messi hay que ayudarlo porque él también nos ayuda» y que no creía que hubiera «dos Barças, uno con Messi y otro sin él». La Vanguardia se lo describió como un «gol imposible» que «pasará a los anales de la historia de la competición».