Cruyff empezó a trabajar en un nuevo proyecto a largo plazo, prescindiendo de gran parte de la plantilla y realizando fichajes como los de Txiki Begiristain o José Mari Bakero. José Luis Núñez, en lo que se denominó «el motín del Hesperia», por ser en dicho hotel donde tuvo lugar el comunicado por parte de la plantilla. Se fue porque pensaba que necesitaba jugar y decir: ‘Veréis quién soy’.